Hipertensión arterial,  Información cardiovascular

¿Por qué no mides tu presión arterial?

Lo que no se mide, no se controla, y lo que no se controla, no se puede mejorar

Peter Drucker

¿Con que frecuencia se(te) mide(s) la presión arterial? Si la respuesta es negativa pregunto a los pacientes y a sus familiares acompañantes ¿Por qué no?

Inmediatamente se hacen visibles los microgestos de unos y otros según sus emociones. Los pacientes, algunas veces con apuro, esquivan la mirada, otros confrontan honestamente y responden sin miramientos. Los familiares o acompañantes, en un alivio temporal responden: yo no padezco presión alta a la vez que encogen los hombros y tuercen los labios, minimizando.

Estos son los motivos más citados, y mi opinión al respecto:

Motivo # 1. «No sabía que debo medirla». Sin juicio de por medio, cuando me lo explica un paciente que padece hipertensión arterial desde hace… digamos cuatro años, que ha consultado con un cardiólogo en varias ocasiones, mi primer impulso es dudar, secundariamente es cuestionar si otro(s) cardiólogo(s) no se lo habían indicado.

Motivo # 2. «No se medirla». Es frecuente, es entendible, sin embargo no lleva a ningún sitio quedarse ahí, en un «no se». Existen publicaciones como ésta, en la que se explica con detalle como hacer una medición adecuada (las imágenes valen más que mil palabras, así que pronto haré un video al respecto).

Motivo # 3. No tengo dinero. Es más costoso a largo plazo no medir la presión arterial, créeme. Si no, haz cuentas, cotiza… Un simple ejemplo: la hipertensión cuando no se controla, a largo plazo causa insuficiencia renal; una (sola) sesión de hemodiálisis cuesta más de $2,500 pesos (a la fecha, $100 euros o $125 dólares), en promedio, un paciente con insuficiencia renal crónica (que no es reversible) necesitará tres sesiones de hemodiálisis por semana… de por vida… además de otros fármacos que requerirá, y MÁS fármacos antihipertensivos seguramente. Un baumanómetro automatizado (o digital) cuesta $1,000 a $2,000 pesos. Y al final, aún con todo e insuficiencia renal, la indicación será: mide tu presión arterial.

Motivo # 4. Mi aparato se descompone muy seguido. Si, es posible. Dependiendo de la calidad y del cuidado que le des, aumenta la posibilidad de que se averíe. Sin embargo, en muchos casos el paciente infiere desperfecto por diversas situaciones: 1. Las presiones siempre salen «altas»: no tiene fundamento, básicamente es un rechazo, si obtienes lecturas altas es muy posible que realmente la presión arterial esté elevada, 2. Porque las cifras no coinciden con una medición hecha con un esfigmomanómetro aneroide: es una posibilidad, pero también lo a la inversa, que el aparato si funcione correctamente y el error esté en la técnica de medición realizada con el dispositivo aneroide, 3. Por que da presiones muy variables: Hay un límite de variación entre un momento y otro, la presión nunca será la misma, sin embargo, si hay variaciones de 10 mmHg o más, primero descartar errores en la técnica, después comparar las lecturas con un baumanómetro aneroide realizadas por personal debidamente entrenado.

Motivo # 5. No tengo tiempo. Diez minutos (máximo), es lo que necesitas por cada medición de presión arterial. Decir «no tengo tiempo» simple y llanamente es no querer hacerlo, es un remate que viene de la mano de alguna otra razón o motivo.

Motivo # 6. Me da miedo. Es relativamente común escuchar esto. Como en muchos otros contextos, el miedo no tiene fundamento y mucho menos es de utilidad: impide que ejecutes o altera los resultados (y para fines prácticos terminaremos por desechar esas mediciones). El miedo denota ansiedad de trasfondo, y la magnitud de la ansiedad es variable entre una persona y otra, en algunos casos requieren ser evaluados por psicólogo o psiquíatra para controlarla.

Motivo # 7. No hay quien me ayude. Con los dispositivos aneroides o de mercurio (los últimos en desuso) es algo entendible; no con los dispositivos automatizados disponibles actualmente. En eso radica una de las ventajas de los dispositivos automatizados: es fácil, rápido y no condiciona al paciente a depender de alguien que le auxilie.

Motivo # 8. ¿Para qué, si no me he sentido mal? La ausencia de síntomas no traduce control óptimo de la presión arterial, viceversa, la presencia de síntomas (dolor de cabeza, por ejemplo) no se relaciona con descontrol. Y dicho sea de paso, un síntoma mucho menos se relaciona con determinado nivel de presión arterial.

Motivo # 9. «No se cual es el aparato adecuado o idóneo». También es frecuente, aunque de fácil solución. Siempre preferir un dispositivo que mida la presión en el brazo, optar por aquellos que midan la presión en muñeca SOLO SI no encuentran un brazalete que cubra adecuadamente la circunferencia del brazo por problemas de obesidad. En estos casos, preferir el de muñeca. Dicho esto último, en cuanto a marcas, la más validada a nivel mundial es OMRON (y es la que recomiendo personalmente). Puedes ver el análisis que hace la revista del consumidor (en México) aquí.

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