Acerca del electrocardiograma
El electrocardiograma es el estudio más elemental en Cardiología. Registra la actividad eléctrica del corazón en reposo.
Es el complemento inseparable de la consulta clínica cardiológica y de algunas otras especialidades; en algunos casos es requerido como parte del seguimiento a corto o largo plazo. Su bajo coste lo hace muy disponible. Está indicado en personas con dolor torácico, falta de aire, palpitaciones, sensación de desmayo o pérdida del estado de conciencia; en pacientes con sobrepeso/obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, colesterol o triglicéridos altos, fumadores, o en quienes han sufrido infarto o hemorragia cerebrales.
Aunque no es absolutamente preciso, es de gran utilidad en el diagnóstico de crecimiento de cavidades cardíacas, arritmias cardíacas, taquicardia o bradicardia (frecuencia cardíaca alta o baja, respectivamente), infarto cardíaco, derrame pericárdico, retrasos en la conducción del impulso eléctrico, por citar algunos.
También es una herramienta fundamental en procedimientos como evaluaciones laborales, pre-quirúrgicas, reactivación física (ejercicio aeróbico) rehabilitación cardíaca (tras cirugías de corazón), enfermedades endocrinológicas, neurológicas, pulmonares, etc.
Dependiente de los hallazgos que muestre, nos ayuda a definir: 1. Si el paciente requiere de más estudios cardiológicos, 2. El tratamiento farmacológico idóneo, 3. El tratamiento intervencionista necesario: marcapasos, cateterismo cardíaco (coronario o electrofisiológico). Estas decisiones diagnósticas / terapéuticas tienen fundamento en el perfil clínico del paciente (historia y riesgo cardiovasculares), síntomas, hallazgos de exploración física y electrocardiográficos.